La tecnología nos ha abierto un mundo casi ilimitado de cosas que podemos hacer con nuestros teléfonos móviles o tabletas.
Además de ofrecernos múltiples formas de disfrutar de nuestro tiempo de ocio, estos aparatos también han extendido el acceso al conocimiento en todas las áreas de una manera increíble y, han permitido que podamos aprender cualquier cosa que nos interese desde cualquier lugar y en cualquier momento.

Una de las áreas que mejor ha aprovechado los avances tecnológicos es la enseñanza de segundas lenguas. Entre otras opciones, se han desarrollado numerosas aplicaciones para aprender idiomas que funcionan en teléfonos móviles y tabletas, algunas muy famosas y con millones de usuarios en todo el mundo, como Babbel y Duolingo.
Vamos a analizar ahora las ventajas y los inconvenientes que tiene este sistema de aprendizaje.
Ventajas de las aplicaciones de idiomas
- Puedes estudiar en cualquier lugar. Solo necesitas un teléfono móvil o una tableta y estar conectado a internet.
- Puedes estudiar en cualquier momento, 24 horas al día siete días por semana, y sin necesidad de planificarlo con antelación ni de dedicarle un tiempo mínimo.
- Aprendes a tu ritmo y sin presión.
- Son baratas e incluso algunas aplicaciones son gratuitas.
- Son bastante divertidas y aprendes casi jugando. Por eso, son muy útiles para aprender vocabulario porque son visuales y entretenidas.
Inconvenientes de las aplicaciones de idiomas
- Se centran mucho en el aprendizaje de vocabulario y dedican pocos recursos a otros aspectos, como la gramática, la fonética, la comprensión de textos, etc.
- Los ejercicios son un poco repetitivos y suelen seguir un sistema rígido que no se adapta a las necesidades concretas de cada alumno, sino que obliga a que todos los alumnos sigan el mismo programa sin poder avanzar más rápido saltándose ejercicios ni más lento si se necesita reforzar algunos temas.
- El aprendizaje se realiza sin ningún contexto y sin practicar tus nuevos conocimientos en interacciones reales, es decir, no hay comunicación con otros hablantes.
- No hay un profesor al que puedas preguntar dudas o pedir explicaciones adicionales.
- Requieren autodisciplina para realizar un aprendizaje periódico y regular.
En resumen, las aplicaciones para aprender idiomas son útiles para mejorar algunos aspectos, en especial para repasar y ampliar tu vocabulario, pero no pueden ser la única herramienta para aprender una nueva lengua porque son muy limitadas y no te preparan para afrontar situaciones comunicativas reales en las que tienes que interactuar (escuchar, entender y responder) con otros hablantes.